Mi señora y yo nos fuimos de escapada a Villa Serrana por el fin de semana largo del 18 de mayo.Partimos el viernes en la tardecita rumbo a Lavalleja y nos alojamos en La Calaguala. Habíamos reservado una habitación con estufa a leña y jacuzi (chico, muy chico, yo no entraba paero Elena - mi señora - le sacó el jugo!!).
La hostería, muy buena. Le falta algo de mantenimiento como ser pintura, etc. Pero en líneas generales muy buenas las instalaciones, la vista sobrecogedora, la atención por los dueños y muy buena. La comida merece un capítulo aparte.
Teníamos reserva con pensión completa (no incluía bebida).
Paso a detallar:
Desayuno y merienda
- Leche, café, té, jugo de naranja.
- Scones recien hechos, tostadas, pan casero.
- Dulces, quesos y fiambres.
Entradas:
Lengua en escabeche, jamón con ananá, conejo o pollo arrollado,
Platos principales:
Milanesas, lasagnas, canelones, pollo arrollado, conejo, pollo al horno, carne al horno y mechada, churrascos, costillas a la plancha, ravioles, tallarines, etc.
Paseamos por la Villa, visitamos un observatorio astronómico amateur de un Profe. de astronomía retirado. Muy bueno.El lunes, luego del desayuno partimos hacia el Salto del Penitente. Allí hay un parador con otra vista infartante y almorzamos Ragut de Jabalí. ¡De chuparse los dedos!
Luego de almorzar decidimos visitar el templo budista que hay camino hacia Aguas Blancas pero al llegar nos encontramos con que hay que coordinar para visitar, así que nos tuvimos que dar vuelta.
Para finalmente volver a Montevideo.
