miércoles, 30 de marzo de 2016

Montevideo-Florianopolis en auto

Montevideo-Florianopolis en auto (10 días)
.
Montevideo – Florinópolis – Montevideo.
Día 1 – En ruta: R9, BR 471, BR 116, BR 290, BR 101, BR 282, SC 401 y SC 406.
00:30 hrs. Partimos rumbo al Brasil por Ruta 9.
03:50 hrs. Arribamos a la Aduana del Chuy y en cinco minutos ya estábamos ingresando a Brasil.
Como en Uruguay si se paga con tarjeta el combustible sale casi igual que en Brasil, en el Chuy hay una promoción del 10% si se paga don dinero Uruguayo. Tener en cuenta que entre el Chuy y Florianópolis hay una diferencia de casi 1 real en el precio de la nafta a favor de Florianópolis (4,35 Chuy, 3,45 Floripa). Allí llenamos el tanque que venía medio vacío (típico llegar con la nafta justa para ahorrar unos cientos de pesos).
04:15 hrs. Hicimos aduana Brasilera, allí nos encontramos con un Bus de EGA por lo que tuvimos que esperar unos minutos que aprovechamos para ir al baño.
En ninguna de las dos aduanas nos pidieron los papeles del auto, ni chequearon que las personas que viajaban coincidían con los documentos presentados.
Tomamos la BR 471 que está en bastante buen estado. El pasaje por el “Taim” del que mucha gente se queja pues es una recta de unos 200 Km. No es para nada aburrido ya que al ser una reserva de Flora y fauna, se ven innumerables aves, carpinchos (capibaras) etc. lo que junto con el amanecer en el horizonte, va amenizando el viaje.
Llegando a Pelotas, paramos en una estación de servicio, en el minibar desayunamos, aprovechamos a estirar las piernas y rellenar termos con agua caliente.
Al rodear Pelotas, nos encontramos con varios tramos de ruta en obra lo que endenteció e hizo un poco más aburrido el viaje.
Una vez pasado Pelotas, tomamos la BR 116.
Antes de llegar a Porto Alegre, nos encontramos con Cristal (casi a medio camino) donde hay dos muy buenos restaurantes con bufete y parrilla, además de un lindo hotel. Todo sobre la ruta, lo que constituye el lugar ideal para parar tanto a la ida como a la vuelta para almorzar o cenar e incluso dormir si se decide hacer el viaje en dos etapas. Nosotros seguimos de largo ya que eran como las 10:00 a.m. y no daba para almorzar.
Así fue que llegamos a Porto Alegre, pasamos los accesos e ingresamos en el Free Way - BR 290 y almorzamos en un puesto de descanso, fuimos al baño y más agua caliente y luego en Osorio nos salimos de la autopista para llenar el tanque del auto por segunda vez y seguimos por la BR 101.
La BR 101 es bastante entretenida porque va bordeando lagunas y morros por lo que si te gusta la naturaleza y los lindos paisajes estás de fiesta.
La llegando a Florianópolis, enseguida de pasar San José, cambiamos para la BR 282 que lleva hacia Floripa. Cruzamos los puentes, y ya dentro de la Isla tomamos la SC 401 y luego la SC 406 para llega a la Playa de Los Ingleses, a las 17:30, nuestro destino.
Día 2 – Playa y supermercado.
Dedicamos todo el día a hacer playa (Los Ingleses – 400 mts. de la casa que alquilamos) y en la tardecita – noche nos fuimos al Super – Angeloni e hicimos un pedido (fruta, carne, congelados, fiambres, etc.) para una semana aprox.
Día 3 – Campeche y Los Ingleses.
Fuimos a pasar la mañana a la Playa de Campeche, frente a la isla del mismo nombre. Dicen que cruzar a la isla es un paseo muy lindo pero nosotros optamos por quedarnos haciendo playa.
Sobre medio día volvimos a nuestra casa para almorzar y una merecida siesta y en la tarde volvimos a la Playa pero la de Los Ingleses.
En la noche nuestros hijos fueron a dar una vuelta por el centro de los Ingleses.
Día 4 – Barra Da Lagoa y Jureré.
Amanecido el cuarto día partimos rumbo a Barra da Lagos donde supuestamente íbamos a pasar la mañana, pero no pusimos a recorrer y llegado medio día no habíamos bajado a la playa por lo que descendimos en un Restauran de Barra da Lagoa, sobre la laguna misma y almorzamos. Con dos de mis hijos pedimos una Corrida de Camarón, nos trajeron camarones cocinados de diferentes formas, pero sin exagerar cada camarón era del tamaño de una banana pequeña (unos 15 cm aprox.), además vienen acompañados de fritas, rabas de calamar y miniaturas de pescado. Cuando ya estábamos haciendo fuerza por terminar, nos retiran los platos vacíos y comienzan a traer pescados cocidos de varias maneras y con diferentes salsas, lo que previo empaque se convirtió en nuestra cena. Era una Corrida de Camarón para tres pero muy bien hubiera alcanzado para 5 o 6. Aunque es caro, vale la pena.
Luego seguimos paseando y disfrutando de los paisajes hasta que regresamos a nuestra casa, descansamos y en la nochecita partimos hacia Jureré.
Llegamos a Jureré en la noche, recorrimos su peatonal, tiendas, etc. y regresamos pero pasando, sin detenernos, por el centro de Canas Vieiras.
Día 5 – Los Ingleses y Playa Brava, Canas Vieiras.
En la mañana fueron todos a la Playa de Los Ingleses y yo me quedé ya que estaba muy quemado por el sol. Aproveché la piscina y a no hacer nada.
Luego por la tarde fuimos a Playa Brava, espectaculares la olas, un mundo de gente, tanto que a veces no se veía el mar.
Luego en la noche volvimos a Canas Vieriras centro para recorrer y comprar alguna falsificación o remera barata, luego de la primera pasada me fui al auto mientras mujeres y mi hijo seguían revisando negocio por negocio. Por suerte una lluvia a eso de media noche los corrió y pudimos volver a casa.
Día 6 – Los Ingleses.
Jornada completa en playa de los Ingleses y casa.
Día 7 – Barra da Lagoa.
Partimos temprano hacia la Barra da Lagos, esta vez sí, para hacer playa. Nos instalamos, todos se fueron a caminar por los Morros y visitar unas “piscinas naturales”. Yo me quedé “cuidando” las sombrillas y con una cerveza bien helada.
Cuando volvieron del paseo, ya era hora de almuerzo y decidimos almorzar en la playa. Para que se tenga una idea comimos por unos 15 dólares cada uno.
Yo – Papas fritas, una empanada, un litro de cerveza, un agua con gas y un helado,
Mi señora – 2 empanadas, un jugo de piña, helado y agua con gas.
Mi hija mayor, su marido y mi hija chica – cada uno 1 hamburguesa con fritas, helado y jugo.
Mi hija del medio – Fritas, helado y jugo.
El varón – Un choripán, un espeto de corazones de pollo, helado y jugo.
Día 8 – Los Ingleses, Compras.
En la mañana fuimos a la Playa de Los ingleses para conservar energías para las compras de la tarde, hicimos Shopping, un mall del mueble y la construcción (donde compramos 20 bombitas led por menos de U$D 100 – vaya compra!), a un Mall de Deportes y finalmente a un Macro Mercado donde no compramos nada para terminar en el Supermercado Angeloni de Los Ingleses.
Día 9 – Florianópolis Centro y Shopping y regreso.
En la madrugada (04:00 aprox.), partíó el primer auto (Mi hija grande y su marido) hacia Uruguay. El resto decidimos aprovechar el último día y por supuesto, partir a una hora de lat manera de pasar con el Chuy abierto. ¡Mujeres!
Entregamos la casa a las 11:00 de la mañana y nos fuimos a Canas Vieiras a almorzar en un Rodizio.
De ahí, vuelta al Mall de deportes por algunas cosillas que faltaron comprar y a Florianópolis Centro para terminar en un Shopping sobre la bahía. Allí bajaron todos y yo me quedé disfrutando de la vista de la bahía y dormitando para poder enfrentar luego la manejada de regreso.
19:30 hrs. partimos definitivamente. Sobre las 21:30, ya en el Free Way, el transito imposible, a paso de hombre. Supusimos que era por ser domingo y estar cerca la entrada a Porto Alegre.
Una vez pasado Porto Alegre el tránsito mejoró mucho y ahí le pase la porta del volante a mi hijo, el cual, con dos bebidas energizantes encima se hizo todo el tramo hasta el Chuy.
Día 10 – Chuy – MVD
06:30 hrs. Arribamos a la frontera. Hicimos aduana en Brasil, igual que a la ida, sin problemas, un minuto y sin importarles nada la documentación del el auto.
Chuy; todo cerrado, no importa! Esperamos! Dijeron. Casi infarto!
A las 7:00 recién pudimos desayunar en una estación de servicio donde hicimos tiempo hasta las 08:00. Cruzamos al lado Uruguayo, echamos nafta y estacionamos en la plaza del Chuy a la sombra. Los viciosos de las compras se fueron y yo me quedé durmiendo una siestita.
10:30 partimos nuevamente. Para detenernos a almorzar, primero en el parador Rocha sobre la Ruta 9. Estaba casi vacío, el calor era insoportable, pedimos para pasar al área de comedor que decía tenía aire, no nos dejaron pasa, a pesar de estar todo puesto para recibir los clientes, pedimos que prendieran el aire en el sector donde estábamos, se negaron y la explicación todavía trato de entenderla. Además el personal de mal humor (como para no con ese calor!), la carta muy pobre y los baños no muy limpios, por lo que decidimos cruzar la ruta e ir al parador de enfrente (ahora sobre el margen norte de la ruta).
Espectacular, primero lleno de clientes, a pesar de tener la parrilla prendida con 4 aparatos grandes de aire acondicionado el lugar estaba bien fresco.
Nos atendieron muy amablemente, además de pancitos mayonesa saborizada mientras esperábamos nos trajeron unos buñuelitos de verdura muy ricos.
Almorzamos muy bien, con un precio razonable. Lo único en contra es que no aceptan todas las tarjetas de crédito así que juntando unos pesos que teníamos, algunos reales que sobraron y unos dólares que tenía mi hijo, logramos pagar la cuenta.
Finalmente y a eso de las 17:00 llegamos a Montevideo.